Ganadería en Andalucía

El ganadero es una actividad con una larga tradición en Andalucía. Sin embargo, desde el siglo XVIII, entra en un grave letargo del que aún no se ha despertado. La nueva configuración de los espacios económicos relegan a la ganadería de la campiña para expulsarla a las zonas adehesadas de las zonas montañosas, mucho más deprimidas y con menor presión en los distintos usos del suelo. Así, la ganadería ocupa un lugar semimarginal en la economía andaluza, aportando menos del 10% de la producción ganadera nacional, mientras que el sector agrícola aporta un 30%. Por lo tanto, el nivel de autoabastecimiento regional es insuficiente y tan solo un 70% de las necesidades de carne y leche se abastecen desde sus fronteras. Las condiciones climáticas andaluzas tienen mucho que decir en esta situación, sin embargo, no es menos cierto que existen explicaciones históricas que mantienen al sector ganadero en esta situación marginal.Destaca la cría del ganado caprino y,en menor importancia,el porcino, el ovino, y el bovino.También se crían caballos y reses bravas.

Dehesa Boyal, Bollullos Par del Condado.
Ganado vacuno en un campo de Tarifa.

Según datos de 2003, Andalucía alcanza la segunda posición entre las comunidades españolas con más explotaciones ganaderas ecológicas.[1]

Ganadería extensiva

Rebaño de cabras en Vélez-Málaga.

La ganadería extensiva, a pesar de su marginalidad, aún conserva cierta importancia, ya que el 35% de la producción final ganadera se obtiene de este subsector. Esta ganadería se basa en el aprovechamiento de los pastos naturales o cultivados de montaña para el pastoreo de las cabañas ganaderas. En este subsector ganadero se incluye gran parte del vacuno de carne, la totalidad del ovino y caprino, así como el porcino de montanera.

Ganadería intensiva

La ganadería intensiva se basa en el cultivo de especies forrajeras para la alimentación del ganado. Si bien su productividad es mucho mayor que la de la ganadería extensiva, comparativamente con otras regiones españolas y europeas, es mucho menor. Ni la fertilidad de los suelos agrícolas, ni la existencia de regadíos, ni las óptimas dimensiones de las grandes propiedades dominantes, ni la existencia de una demanda elevada, han conseguido consolidar unas estructuras ganaderas.

La única ganadería que se ha adaptado a las nuevas exigencias económicas ha sido la moderna ganadería intensiva industrial, sin vinculación directa a la tierra, basadas en la explotación de razas alóctonas en modernas instalaciones. Estas instalaciones solo dependen de su abastecimiento de piensos y de la demanda de productos. Ambos problemas han sido solucionados con su localización en las inmediaciones de los grandes poblaciones que les aseguran un mercado y un abastecimiento de piensos debido a la localización de estas fábricas en estas aglomeraciones.

Por lo tanto se ha producido un fenómeno de deslocalización de las industrias ganaderas y un desligamiento prácticamente total de su dependencia del terreno. Sus modernas instalaciones y técnicas de producción hacen que sean competitivas con otras explotaciones del suelo, que en siglos anteriores desplazaron a la ganadería a zonas de montaña.

Ganadería ecológica

Concepto

La ganadería ecológica, orgánica o biológica es un sistema de producción multifuncional, con unas bases técnicas y una normativa propia que la diferencian de los procesos intensivos y extensivos, cuyo objetivo principal es la obtención de alimentos de origen animal de máxima calidad sanitaria y bromatológica, con amplias garantías dietéticas y de seguridad alimentaria.

Se trata de un modelo de desarrollo sostenible en el medio rural, socialmente justo, basado en técnicas que respetan el medio ambiente, el bienestar animal y la salud de personas, animales y plantas; reducen al máximo las posibles pérdidas o emisiones atmosféricas; conservan la fertilidad de la tierra, mediante la utilización óptima de los recursos naturales (pastos); disminuyen los costes de producción, permitiendo obtener una renta suficiente a los ganaderos; y evitan el uso de sustancias químicas de síntesis y de organismos modificados genéticamente (transgénicos).

La ganadería ecológica debe estar ligada al suelo, o lo que es lo mismo, disponer de tierras de pasto o cultivo para obtener en la propia unidad de producción la mayor parte de los alimentos para los animales, contribuyendo así al equilibrio de los sistemas agrícolas y utilizando recursos naturales renovables.[2]

Principios básicos de la ganadería

La ganadería ecológica se fundamenta en tres pilares básicos:

  • Conservación del medio ambiente y de nuestro entorno natural. Garantiza la preservación del medio natural, asegura la biodiversidad y mantiene los ecosistemas. Utiliza animales de razas autóctonas que realizan un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, buscando siempre el equilibrio de la carga ganadera con la oferta de recursos alimenticios existentes en la explotación.
  • Respeto al bienestar y protección de los animales. Promueve unas condiciones adecuadas para el desarrollo natural de los animales, en libertad y con espacios suficientes, y evita cualquier tipo de daño, maltrato o molestias innecesarias a lo largo de su vida.
  • Protección de la calidad y seguridad alimentaria. Elimina el uso de sustancias químicas en la gestión de la explotación (fertilizantes para el terreno) y en el manejo de los animales (medicamentos), para evitar que aparezcan como residuos en los alimentos.[3]

Perspectivas

Esta situación de crisis, ante todo en la ganadería tradicional, no significa que Andalucía, gracias a su extensión territorial y a su gran mercado de consumo interno, no tenga infinitas potencialidades de desarrollo para este sector. Las cabañas ovina y caprina autóctonas presentan grandes posibilidades dentro de una Europa excedentaria en muchos productos ganaderos, pero deficitaria en los derivados del ovino y el caprino: carne, leche, cuero, etc.

/* Censo ganadero */

Cerdo ibérico en la Sierra Norte de Sevilla.

Censo ganadero por provincias[4]

ProvinciaBovinoOvinoCaprinoPorcino

Equino

Almería202.547275.324217.537425.8252.277
Cádiz196.416196.612383.322213.1767.442
Córdoba145.596470.18658.734257.5043.273
Granada23.254641.158184.555123.0139.029
Huelva59.900442.74256.610344.64311.870
Jaén31.989346.17539.052176.9967.109
Málaga15.576204.701157.045321.34610.066
Sevilla208.537669.753315.774670.29029.442
Andalucía683.3603.246.6501.136.3582.532.69380.508

Bovino

La cabaña bovina supone el 10.6% del total nacional.[5]​ Se concentra principalmente en la provincia de Cádiz, el Valle del Guadalhorce y el Valle del Guadalquivir.

Ovino

Ovejas en Benamahoma.

La cabaña ovina alcanza el 14.8% de la cabaña nacional.[5]​ Destacan Los Pedroches, la Sierra Norte de Sevilla y El Andévalo onubense.

Caprino

La gran agrupación ganadera de Andalucía Oriental es la caprina, superior a cualquier otra española. A nivel autonómico, sus efectivos suman el 39.2% del total nacional[5]​ y están compuestos por rebaños de raza murciano-granadina y malagueña, de excepcionales características cárnicas y lecheras. El dominio territorial de las cabras se establece en las Béticas, especialmente en el flanco meridional y en el Valle del Almanzora. En el resto de la región es mínima, excepto al noroeste, en las sierras onubense y sevillana.

Porcino

La cabaña porcina andaluza representa el 10.6% de la cabaña porcina nacional.[5]​ Las densidades más altas corresponden a las comarcas de Antequera, Alto Almanzora, Los Pedroches, La sierra de Aracena y la costa de Cádiz.

Equino

Caballo andaluz.

Muy por encima de la densidad media nacional se encuentra cualquier comarca andaluza en lo referido al ganado equino. Dentro de esto, las más elevadas de todas son el Condado de Niebla, Sierra en Cádiz, Penibética en Córdoba, Sierra Sur en Jaén y La Axarquía.

Especies autóctonas

En Andalucía existen diversas razas domésticas autóctonas o especialmente significativas. En cuanto al ganado bovino destacan la vaca marismeña, la cárdena andaluza, la negra andaluza, la retinta, la berrenda en negro, la berrenda en colorado y el toro de lidia. Asimismo existen razas ovinas, como la oveja segureña, la montesina, la churra lebrijana y la merina de Grazalema. Entre las razas caprinas destacan la cabra blanca andaluza o cabra serrana, la payoya, la malagueña, la florida sevillana, la murciana-granadina y entre las porcinas el negro de los Pedroches, lampiño, el mamellado, el negro entrepelado, el retinto, el manchado de Jabugo y el dorado gaditano. También hay que citar las distintas variedades de gallina andaluza. Entre los équinos, el burro cordobés o andaluz, el caballo marismeño, el ancestral caballo de las retuertas y el célebre caballo andaluz. En cuanto a los perros, destacan el podenco Andaluz, el maneto y el Ratonero Bodeguero Andaluz. Asimismo debe destacarse que el actual Perro de Agua Español proviene mayoritariamente de las sierras de Cádiz y Málaga, donde se le conoce como "perro turco" y que el Galgo es una raza muy valorada y abundante en Andalucía.M.T.D. Técnico Superior en Ganadería y Asistencias Animal.

Referencias