Pan blanco

El pan blanco es un pan elaborado con harina de trigo refinada, es decir, aquella a la que se ha retirado el salvado y, a menudo, el germen de cereal, como resultado del proceso de molienda de las capas más externas del grano de trigo, produciendo una harina de color claro[1]​ (en contraste con el pan integral hecho con harina integral de trigo, en la que estas partes se dejan y contribuyen al color parduzco).

Pan blanco en rebanadas.

La harina de trigo se llama harina blanca, y a menudo se blanquea usando mejoradores del pan. De este modo se aumenta su fecha de caducidad y se elimina el color amarillento y sus propiedades de horneado se vuelven más predecibles.[2]

Entre las propiedades nutricionales del pan blanco destaca la ausencia de colesterol. También proporciona más energía que el pan integral y contiene menos grasa por porción.[2]

Críticas

El pan blanco se critica a menudo por ser menos nutritivo que otros panes. Algunos de los nutrientes como las vitaminas del grupo B, el hierro y los micronutrientes, se retiran junto con el germen de cereal en el proceso de molienda, y la mayoría del pan blanco comercial contiene poca fibra alimentaria[3]​ en comparación con el pan que incluye el salvado, lo que no contribuye a un adecuado tránsito intestinal.

Referencias