Yodo (uso médico)

El yodo se usa para tratar y prevenir la deficiencia de yodo y como antiséptico.[1]​ Para la deficiencia de yodo, se puede administrar por vía oral o mediante inyección en un músculo. Como antiséptico, se puede usar en heridas húmedas o para desinfectar la piel antes de una cirugía.

Yodo (uso médico)
Identificadores

Los efectos secundarios comunes cuando se aplica sobre la piel incluyen irritación y cambio de coloración. Cuando se administra por vía oral o por inyección, los efectos secundarios pueden incluir reacciones alérgicas, bocio y disfunción tiroidea. Se recomienda su uso durante el embarazo en regiones donde la deficiencia es común, en caso contrario no se recomienda.[2]​ El yodo es un oligoelemento esencial.

En 1811 Bernard Courtois aisló el yodo de las algas, mientras que en 1820 Jean-Francois Coindet vinculó la ingesta de yodo con el tamaño del bocio.[3]​ Se utilizó en un inicio como desinfectante y para tratar el bocio.[4][5]​ Está en la Lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud, los medicamentos más efectivos y seguros que se necesitan en un sistema de salud.[6]La sal de mesa con yodo, conocida como sal yodada, está disponible en más de 110 países.[7]​ En áreas con bajo contenido de yodo en la dieta, se puede recomendar una dosis de yodo al año, la que cuesta US$0,32.[8]

Formulaciones

También se utilizan médicamente varias formulaciones que contienen yodo, entre ellas se encuentran:[9]

Referencias