Nictinastia

Nictinastia es la capacidad que tienen muchas plantas para que sus flores y hojas adopten distintas posiciones en relación con el día y la noche. Esta posición es reversible y responde a estímulos lumínicos, los cuales implican movimientos de las hojas, las cuales se encuentran extendidas durante el día y plegadas durante la noche.[1]​ Las nictinastias han sido denominadas movimientos del sueño. Se ha postulado que ocurren para evitar pérdidas de calor cuando disminuye la radiación.[2]​ Se da sobre todo en leguminosas tropicales, que sufren grandes oscilaciones térmicas.

Flor de primavera abriéndose.

Las especies nictinásticas poseen en la base de sus hojas el pulvínulo, responsable del movimiento.[3]​ Este, de estructura circular y flexible, posee células extensoras responsables de la apertura foliar y células flexoras responsables del cierre foliar.[4]​ Ambos tipos de células aumentan de tamaño al aumentar su turgencia, produciendo los respectivos cambios.

Los cambios de turgencia se deben a variaciones en el potencial osmótico debidas a movimientos iónicos, fundamentalmente de potasio además de cloro o malato. Se produce además actividad protón-ATPasa y modificaciones en las concentraciones de calcio intracelular.

El control nictinástico se da como respuesta a la luz roja y azul y constituye un ritmo circadiano en plantas.

Referencias

Azcón-Bieto, J. y M. Talón. (2008). Fundamentos de fisiología vegetal. 2.ª edición. Mcgraw-Hill Interamericana.-

Mancuso S. y Viola A. (2015). Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal. Galaxia Gutenberg