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María Teresa de Silva
Duquesa de Alba

La duquesa de Alba de blanco, Francisco de Goya, 1795. Óleo sobre lienzo, 194 x 130 cm. Fundación Casa de Alba, Palacio de Liria, Madrid.
Información personal
Nacimiento10 de junio de 1762
Madrid
Fallecimiento23 de julio de 1802 (40 años)
Madrid
Sepultura
  • Familia
    DinastíaCasa de Silva
    Casa de Toledo
    PadreFrancisco de Paula de Silva, X duque de Huéscar
    MadreMariana de Silva y Sarmiento
    ConsorteJosé Álvarez de Toledo, XI marqués de Villafranca

    María Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo (Madrid, 10 de junio de 1762 - Ibídem, 23 de julio de 1802), XIII duquesa de Alba, grande de España, fue una aristócrata española ..... Única heredera de su abuelo el duque de Alba,

    Biografía

    Primeros años

    Maria Teresa nació el 26 de abril de 1762 en el caserón familiar del barrio de Lavapiés, residencia de los Alba en Madrid desde el siglo XVI y entonces propiedad de su abuelo el XII duque de Alba, Fernando de Silva Álvarez de Toledo.[1]​ Su padre era Francisco, duque de Huéscar, hijo y heredero del duque, que llevaba cinco años casado con Mariana de Silva, hija de los marqueses de Santa Cruz. Los anteriores embarazos de la duquesa de Huéscar se habían malogrado, de modo que este nacimiento vino a colmar las esperanzas del viejo duque de lograr sucesión directa para la casa de Alba, ya que Huéscar era el único vástago de su matrimonio con María Bernarda de Toledo, de los condes de Oropesa, tras cuya muerte prematura en 1738 no había vuelto a casarse.[2]

    Al día siguiente del parto, el párroco de la vecina iglesia de San Justo y Pastor, Francisco Fernández de Xátiva, acudió a bautizar a la neófita y le impuso una retahíla de más de treinta nombres encabezada por los de María Teresa Cayetana.[nota 1]​ En signo de humildad y siguiendo una tradición de la aristocracia de la época, fue apadrinada por un clérigo teatino pobre, el hermano José Sánchez. Los únicos asistentes a esta ceremonia fueron varios oficiales de la Casa, que sirvieron de testigos: Blas Carranza, archivero del duque, Ignacio de Ahedo, su teniente de canciller mayor de las Indias, y el secretario del duque de Huéscar, Miguel de Bufanda.[5]

    Muerte del duque de Huéscar

    El 26 de abril de 1770, murió el duque de Huéscar tras una rápida enfermedad.[6]

    Matrimonio

    A partir de 1771, los Alba comenzaron a ocuparse de organizar el matrimonio de María Teresa, que contaba entonces ocho años, un asunto en el que el duque demostró particular interés por tratase de la heredera de la Casa.

    En un primer momento, se pensó en casarla con el hermano menor del Rey, el infante don Luis, que había abandonado la carrera eclesiástica en 1754 y apremiaba al monarca con sus deseos de contraer matrimonio. A falta de una esposa de rango real, la heredera del duque de Alba parecía una «colocación competente» para el Infante, que le haría señor de vastísimos estados y retomaba la tradición medieval de enlaces entre la familia real y la alta nobleza castellana.[7]​ No obstante, Carlos III tenía la intención de que su hermano contrajese una unión notoriamente desigual y abortó este proyecto.[8][nota 2]​ Se pensó entonces en el marqués del Viso, único hijo del marqués de Santa Cruz, el mayor de los hermanos de la duquesa de Huéscar, y por tanto primo carnal de María Teresa. Frasquito, como se le conocía en familia, le llevaba sólo seis años a su prima y había sido compañero de sus correrías infantiles, de manera que la unión podía aventurarse armoniosa. Además, la cercanía de los Alba y los Santa Cruz allanaría el camino de las complicadas negociaciones previas.[nota 3]​ Sin embargo, nada llegó a formalizarse porque el duque se interesó por los planes de su hermana la duquesa de Medina Sidonia.

    Los Medina Sidonia no habían tenido hijos que pudieran heredar los estados del duque, que habrían de recaer a su muerte en su primo el marqués de Villafranca. La duquesa quería casar a su sobrina con el hijo mayor del marqués, José Álvarez de Toledo, entonces duque de Fernandina como primogénito de Villafranca, un joven de dieciséis años con remarcables inclinaciones intelectuales, en especial por la música, fruto de su esmerada educación ilustrada. La ventaja de esta boda era la posibilidad de recuperar para la casa de Alba su linaje original, el de Toledo, cuya línea de varón había extinguido en la madre del duque.[nota 4]​ Esta circunstancia decantó al duque de Alba en favor del proyecto de su hermana,[12]​ y en diciembre de 1772 inició los tratos con los Villafranca para concertar el casamiento de su nieta con el duque de Fernandina.[nota 5]

    El compromiso se hizo oficial con la firma de las capitulaciones matrimoniales, el 11 de octubre de 1773, otorgadas por el duque de Alba, la duquesa viuda de Huéscar y los marqueses de Villafranca ante el escribano Miguel Tomás París.[14]​ Se reguló minuciosamente el régimen económico de la pareja, incluyendo ajustes para eventualidades previsibles como que María Teresa sucediese a su abuelo y el duque de Fernandina a su padre o que entrasen en posesión de la casa de Medina Sidonia. La administración de las Casas y estados de cada uno se haría de manera conjunta y correría a cargo del marido, con la obligación de consignar a su mujer una sustanciosa renta mensual para sus gastos personales, que percibiría en el «paraje y lugar donde ella residiera, para distribuirlos y gastarlos con total independencia de su futuro esposo».[15][nota 6]​ Si en efecto María Teresa heredase a su abuelo, su prometido aceptó anteponer el título de duque de Alba a los de su Casa, y que así lo hicieran sus sucesores, quedando para los primogénitos el de marqués de Villafranca, junto con el ducado de Huéscar.[16]

    capitulaciones de su madre 3 de diciembre de 1773.[17]

    el duque de Fernandina ya convertido en marques de Villafranca por la muerte de su padre en 1773.

    Duquesa de Alba

    Semblanza

    testimonios contemporáneos.

    En abril de 1779, el atractivo de la joven duquesa, de aún dieciséis años, llamó la atención del embajador británico en Madrid, lord Grantham, que así lo expresa en una carta a su hermano: «cené en casa de la de Arcos [madre de la duquesa] con ciento cinco personas. La duquesa de Alba, gran belleza y excelente humor, y vestida con toda la opulencia que perlas y brillantes podían darle»[18]

    marqués de Langle ..., afirma que «la duquesa de Alba no tiene un solo cabello que no inspire deseo. Nada hay más hermoso en el mundo. Ni hecha por encargo podría haber resultado mejor. Cuando pasa por la calle, todo el mundo se asoma a las ventanas y hasta los niños dejan de sus juegos para mirarla»[19]

    usos amorosos --->teólogo y filólogo alemán Daniel Gotthilf Moldenhawer[20]

    carácter atrevido y bromista de la duquesa... Si el mencionado lord Grantham ya se habia asombrado de verla montar a caballo a horcajadas, en marzo de 1781 tuvo la osadía de salir al cotidiano paseo por el Prado disfrazada de postillón de su propio coche, con la marquesa de Torre-Manzanal de cochero y otros dos amigos de lacayos, todos vestidos con las libreas azul y plata de los Alba. Esta travesura causó gran revuelo en la corte del pacato Carlos III y, aunque no tuvo repercusiones para la duquesa por su alto rango, le valió a su amiga la marquesa una temporada de alejamiento de los Reales Sitios.[21]

    Retiro en Sanlúcar

    Posteridad

    La duquesa en la obra de Goya

    Álbum de Sanlúcar

    Los caprichos

    Las majas

    La maja desnuda, Francisco de Goya, c. 1795. Óleo sobre lienzo, 97 × 190 cm. Museo del Prado, Madrid.
    La maja desnuda, Francisco de Goya, c. 1795. Óleo sobre lienzo, 97 × 190 cm. Museo del Prado, Madrid. 
    La maja vestida, Francisco de Goya, c. 1800. Óleo sobre lienzo, 97 × 190 cm. Museo del Prado, Madrid.
    La maja vestida, Francisco de Goya, c. 1800. Óleo sobre lienzo, 97 × 190 cm. Museo del Prado, Madrid. 

    Literatura y cine

    Titulatura completa

    María Teresa Cayetana de Silva, Álvarez de Toledo y Portugal, Beaumont y Navarra, Haro, Sotomayor, Guzmán, Fernández Manrique, Acevedo, Fonseca, Zúñiga, Enríquez de Ribera y de Cabrera, Sandoval y Rojas, Córdoba, Monroy, Ayala y La Cerda[nota 7]

    Nota sobre el nombre: unia al del propio linaje de Silva una retahila de apellidos impuestos por los numerosos mayorazgos reunidos en su persona: Alvarez de Toledo por el ducado de Alba, Toledo Portugal por el condado de Oropesa,....

    Antepasados

    Notas y referencias

    Notas

    Referencias

    Bibliografía

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    • , Carlos (1946). Esbozo psicológico, enfermedades y muerte de la duquesa María del Pilar Teresa Cayetana de Alba. Madrid. 
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      • «Los duques de Alba, marqueses de Villafranca, don José Álvarez de Toledo y doña María Teresa Cayetana de Silva, señores del Palau, vistos desde Barcelona, 1775-1802». Boletin de la Real Academia de la Historia (Madrid) (CXLIX): 153-243. 1961. ISSN 0034-0626. 
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    • , Marie-France (1965). La duchesse d’Albe, noble dame de l’Espagne (en francés). Lausana: Éditions Rencontre. 
    • , Sarah (2002). «La mujer vestida de blanco: el primer retrato de la duquesa de Alba». Goya. Madrid: Fundación Amigos del Museo del Prado. pp. 49-62. ISBN 84-8109-355-6. 
    • , Susann (1998). Goya and the Duchess of Alba (en inglés). Múnich: Prestel. ISBN 3791319841. 

    Enlaces externos

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