Auricalcita

La auricalcita es un mineral del grupo de los carbonatos.

Auricalcita

Ejemplar de Arizona
General
CategoríaMinerales carbonatos y nitratos
Clase5.BA.15 (Strunz)
Fórmula química(Zn,Cu2+)5 (CO3)2 (OH)6
Propiedades físicas
ColorDe azul a verde oscuro
RayaBlanquecina
LustreSedoso
Sistema cristalinoMonoclínico
Dureza2
Densidad3,6
SolubilidadSoluble en HCl
Variedades principales
BuratitaColor blanco y rica en calcio

Conocido desde la antigüedad como cobre de Corinto, la primera mención moderna, en 1788, se debe a Eugène Louis Melchior Patrin, que la describió como "calamina verdosa con cobre" y como "latón natural" en ejemplares procedentes de la mina Tchaghirski, en Siberia.[1]​ La descripción detallada, que permitió considerarla una especie mineral independiente, se debe a Theodor Bottger,[2]​ que le dio nombre al mineral por su contenido en zinc y cobre, del griego όρειχαλκος, aurichalcum, nombre del orichalcum, un metal fabuloso. El mineral que estudió procedía de la mina Loktevskoye (Loktevssii), en el curso superior del río Loktevka, Krai de Altái, Siberia Occidental, Rusia, que es consecuentemente la localidad tipo[3]

Formación

Auricalcita. Mina de Escouloubre, Axat, Aude, Francia (cristales de 6mm)

La auricalcita es un mineral secundario común, producto de alteración de la zona de oxidación de los depósitos de zinc y cobre. Se encuentra sobre estos depósitos formando tapices de microcristales aciculares o laminares de color azul más o menos verdoso, traslúcidos y muy frágiles . Muy rara vez forma cristales bien definidos, de tamaño milimétrico. Aparece asociada a otros minerales secundarios, como hidrozincita, smithsonita, malaquita, rosasita, calcita y óxidos de hierro.[4]

Yacimientos

Como ya se ha indicado, la auricalcita es un mineral común, conociéndose en centenares de localidades.[4]​ En México son famosos y muy apreciados por los coleccionistas, los ejemplares de auricalcita de la mina Ojuela, en Mapimi, Durango.[5]​ En España la auricalcita aparece en casi todas las minas de zinc de Cantabria, siendo especialmente conocidos los ejemplares procedentes de las minas da Ándara, en Cillórigo de Liébana, y los de la mina Hozarco, en el desfiladero de la Hermida, Peñarrubia.[6]​ También se encuentran ejemplares notables en la mina Antonina, en Sobrado, León[7]

Referencias